El envejecimiento es un proceso biológico inevitable, pero no completamente fuera de nuestro control. Cada vez más investigaciones coinciden en que no solo los genes, sino también el entorno, la nutrición, el estrés y los hábitos de vida influyen directamente en cómo envejecemos.

En su reciente video titulado «Cómo vivir mejor: factores que aceleran el envejecimiento», el Dr. Efraín Olszewer, uno de los referentes en medicina ortomolecular y medicina preventiva, expone un enfoque epigenético y clínico para comprender y modular este proceso.

Las fases del envejecimiento

El Dr. Olszewer parte de una idea clave: el envejecimiento no ocurre de golpe, sino que avanza en fases. Entender estas etapas permite identificar los puntos críticos en los que podemos intervenir, tanto a nivel preventivo como terapéutico.

Durante estas fases, ocurren cambios progresivos en la función celular, la reparación del ADN, la producción energética y la respuesta inflamatoria. Algunas de estas alteraciones son fisiológicas, pero muchas pueden volverse patológicas si no se detectan a tiempo.

Envejecimiento fisiológico vs. patológico

Mientras que el envejecimiento fisiológico es parte natural del ciclo vital, el envejecimiento patológico se relaciona con la aparición prematura o desproporcionada de enfermedades crónicas como el Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, cáncer o sarcopenia.

Las diferencias entre ambos tipos de envejecimiento no solo dependen de la genética heredada, sino también de la activación o inhibición de ciertos genes en función del entorno —un campo de estudio conocido como epigenética.

Factores que aceleran el envejecimiento

Los principales factores que pueden acelerar este proceso son:

  • Inflamación 

  • Estrés oxidativo

  • Estrés adrenal

  • Alteraciones hormonales

  • Neurodegeneración

  • Sobrecarga hepática

  • Acortamiento telomérico

Estos factores no solo dañan estructuras celulares clave, sino que alteran los mecanismos epigenéticos, como la metilación del ADN, la acetilación de histonas y la expresión de microARNs.

Epigenómica: el lenguaje que reescribe tus genes

Uno de los puntos más importantes del video es la introducción a la epigenómica, la ciencia que estudia cómo el ambiente puede modular la expresión de nuestros genes, sin alterar la secuencia del ADN.

Esto significa que nuestros hábitos diarios pueden activar o silenciar genes relacionados con longevidad, inflamación, reparación celular y metabolismo. Herramientas como la nutrigenómica, el manejo del estrés o la actividad física personalizada pueden marcar la diferencia.

Aplicabilidad clínica: conoce tus genes  

Para aplicar todo este conocimiento en la práctica, se destaca la importancia de:

  • Conocer el perfil genético del paciente (tests genéticos y epigenéticos).

  • Diseñar intervenciones personalizadas: dieta, suplementos, ejercicio, descanso.

  • Monitorear cambios a través del tiempo y ajustar las estrategias.

 

Este enfoque individualizado y basado en datos es clave para una medicina del envejecimiento realmente efectiva y preventiva.

 

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